-Cortar una mala racha.
Tres derrotas consecutivas. No convencen ni el juego ni los resultados. El
próximo viernes el Leyma Basquet Coruña debe de pasar una reválida ante su
afición, cambiar una dinámica que empieza a ser preocupante.
-Profundidad de
plantilla. El pasado sábado el Leyma Basquet Coruña acusó la baja por
lesión del techo del equipo, Laszlo Dobos. El húngaro no está teniendo un gran
impacto en el juego del equipo pero su ausencia (unida al paupérrimo partido de
alguno de los integrantes de la plantilla) ayudó a poner en evidencia la escasa
plantilla de la que dispone Tito Díaz. El C.B. Prat, por el contrario, se
aprovecha de una estructura de club de cantera que le permite convocar, si
alguno de sus jugadores está ausente, a jugadores junior preparados para
afrontar el reto, pues tienen constancia de que la posibilidad de llegar a
jugar en ACB en un futuro más o menos próximo no es una quimera.
-Pérdidas de balón.
¡Nunca máis! No puede repetirse lo del pasado sábado. Un equipo
profesional no puede permitirse cometer la friolera de 23 pérdidas de balón si
quiere ganar un partido. Ante el Palma Air Europa las pérdidas de balón nos
costaron el partido. De nada sirvió que el equipo acreditase unos porcentajes
superiores al 50% en el lanzamiento.
-La maldición del tercer
cuarto. Hay un dato que por curioso (y, en apariencia, meramente
circunstancial) no debe de ser pasado por alto. El Leyma Basquet Coruña sólo ha
consegido ganar el tercer parcial de partido en los encuentros que remataron
con victoria coruñesa (ante Lleida, Burgos y Breogán). El las cinco derrotas,
por el contrario, perdió el parcial correspondiente al tercer cuarto. El tercer
cuarto de partido parece haberse erigido, por tanto, en un momento clave de
partido. Salir enchufados tras el paso por vestuarios se antoja vital.
-¿Funcionarán todos a la
vez? Hasta el momento, no hemos visto una gran actuación coral de los
jugadores del Basquet Coruña. El día que Petrovic está inspirado, Beqa se
muestra individualista y fallón; cuando Khalid mete sus tiros, es Chus Castro
el que no está acertado; cuando Rowley domina la pintura, Dobos se carga de
faltas en un santiamén. Por no hablar de la temporada que llevan los jóvenes
Homs y Abia… ¿Llegará el día en que todos nuestros jugadores, o al menos buena
parte de ellos, den el rendimiento que se espera de ellos?
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